No hay edad para la moda
Hace no muchos años la imagen que nuestra mente creaba de una mujer mayor era vestida de negro o con colores oscuros y sobrios, seguramente con una falda recta, de esas que llegan por debajo de la rodilla y que no dejaban lugar a la imaginación, sin marcar curvas y sin un atisbo de color. Posiblemente nos imaginábamos a esta mujer de tercera edad, con un pañuelo que cubriera su cabeza, sin una mota de colorete que diera color a sus mejillas arrugadas y sin una pincelada de vida sobre sus labios.
Esta apariencia nos creaba una imagen de persona mayor, sedentaria, sumida en la sencilla rutina de su día a día independientemente de cómo fuera en realidad su espíritu.
«No basta con ser joven. Es preciso estar borracho de juventud. Con todas sus consecuencias.»
Alejandro Casona
Sin embargo, los tiempos cambian, las mujeres primero (y luego los hombres) comienzan a ser más coquetos en edades más avanzadas y la moda ha querido apoderarse también de esa etapa de la vida a la que anteriormente había abandonado, intruduciendo colores, complementos, abalorios y todo lo que nos podamos imaginar para que las personas de edad avanzada puedan lucir su belleza por fuera tanto como por dentro.
Se incluyen incluso complementos tan atrevidos como turbantes para la cabeza, gorros y sombreros de todo tipo, texturas y colores. Y pueden encontrar desde prendas en tonos suaves y discretos pero con cortes modernos y actuales hasta conjuntos con todo tipo de combinación de colores imaginable.
Los hombres comienzan a incluir camisas más coloridas a su armario, se atreven con jerseys a rayas y las mujeres comienzan a usar pantalones a diario como una prenda más de su ropero. Sencillos cambios en el vestir que nos hace imaginar personas mucho más activas y dinámicas, dejando atrás la idea de esas personas mayores que viven en una rutina gris y triste y dando paso a mujeres y hombres que salen, se divierten y disfrutan al máximo de su jubilación.
Por las grandes ciudades es donde más se aprecia la inclusión de la moda en la tercera edad, hasta el punto de ver pasear a mujeres y hombres en edad avanzada que visten con colores vivos, atrevidos, colorean sus rostros dando más vida a su sonrisa, se ponen prendas ajustadas y marcan figura. Desprenden vitalidad, se hacen ver a cada paso que dan, sonríen sin parar y están llenos de optimismo.
Quizá sea un modo de rebeldía, de mostrar al mundo que a pesar de la edad mantienen un espíritu joven, que son activos, positivos, dinámicos, que les gusta salir y divertirse con los amigos… Quizá sean, a veces, vestimentas un tanto extravagantes y exageradas, pero se sienten libres, agusto con sus colores, y son felices. Como decía Alejandro Casona lo importante es estar borracho de juventud, y creo que la obra de Ari Seth Cohen no refleja más que eso: juventud y felicidad.
y por qué no? tengo sesenta y dos años y adoro la ropa, fantasías,perfumes, alegría. Mi vida es bella.Todas las mañanas sigo una rutina, ahora voy a incorporar caminata, trabajo como hace cuarenta años, vivo en un paraíso, un santuario de la naturaleza.Nuestra vida es un deseo, con ciclos, de cada uno aprendí y guardé lo mejor. Hoy miro hacia atrás con una sonrisa y disfruto el presente, mañana si estoy será mío.
Hola Moa, me ha encantado tu comentario. Me alegro mucho que tengas tanta vitalidad y te mimes tanto. Estoy segura de que serás un ejemplo para los que te rodean. Sigue así. Un abrazo, Pilar :)