El ajo y la salud

El ajo y la salud (Foto de condesign)

Los beneficios del ajo han sido transmitidos a través de las generaciones y las diferentes culturas durante siglos, sin embargo, solamente la variedad Allium Sativum y sus derivados (el ajo blanco común en España, no el ajo puerro u otros) han dado buenos resultados en diferentes estudios regulando el sistema inmune. Desconozco si las otras variedades han sido estudiadas del mismo modo.

El ajo y el efecto sobre el colesterol

Según la National Centre of Excellence in Functional Foods (University of Wollongong, NSW) hay una evidencia de nivel III* que concluye que consumir de media un diente de ajo al día puede reducir el colesterol hasta en un 9%.

Según la wikipedia, el colesterol debe estar por debajo de 200mg/dl y en un baremo entre 200 y 239 mg/dl estaríamos en una zona de riesgo intermedio para la población general, por lo que si tenemos por ejemplo, un colesterol de 239 mg/dl una reducción del 9% que nos produce el diente de ajo diario no sería suficiente, ya que nos dejaría un valor de 217 mg/dl aproximadamente. Sí sería suficiente si rondamos los 219 mg/dl, pero esto siempre es aproximado y son conclusiones sacadas de un estudio con evidencia de nivel III, por lo que debemos ser cautos a la hora de automedicarnos con ajo para reducir el colesterol.

El ajo y otras enfermedades

Según varios autores de diferentes universidades y clínicas de México, el ajo (Allium Sativum) mejora el funcionamiento del sistema inmunológico al estimular ciertos tipos de células produciendo así una mejora en ciertas enfermedades como la obesidad, enfermedades de síndrome metabólico, trastornos cardiovasculares, úlceras incluso algunos tipos de cáncer.

Cómo consumir ajo para tratar enfermedades

Actualmente se puede encontrar el ajo en múltiples formatos, desde la forma natural hasta polvos, aceites o extractos de ajo y todos ellos en diferentes envases: cápsulas, gotas, pastillas o comprimidos. Debemos tener en cuenta los procesos de fabricación de estos compuestos de cara a elegir un buen suplemento de ajo, porque estos procesos o compuestos finales que en ocasiones pueden comprender alguna otra sustancia, pueden influir de forma importante a la composición del ajo en sí y por lo tanto a sus efectos sobre las enfermedades.

Si te decides por no consumir ajo natural, sino un compuesto ya sean pastillas o gotas o cualquier otro formato, te aconsejo que pidas asesoramiento en el lugar de compra y leas bien qué componentes lleva. Normalmente, este tipo de productos puedes encontrarlos fácilmente en herboristerías, busca una donde la persona a cargo pueda asesorarte bien antes de consumir un producto, que aunque es natural, afectará a tu salud.

Aunque se tiene evidencia científica suficiente sobre los efectos del ajo como tratamiento en animales en diferentes condiciones, los estudios en humanos son escasos y los que hay son de corta duración y han sido realizados sobre un número muy reducido de pacientes.

* La evidencia de nivel III indica que esta conclusión proviene de estudios descriptivos no experimentales bien diseñados.

Este artículo ha sido elaborado a partir de varios documentos médicos sobre estudios científicos realizados:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/17022438
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4417560/